La evolución de los enfoques de auditoría financiera y su impacto en la eficiencia y la eficacia

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Autor: EFS de Egipto

Introducción:

El objetivo de la auditoría de estados financieros es proporcionar confianza en los estados financieros para que los usuarios puedan tomar decisiones. Los auditores de estados financieros emiten una opinión independiente sobre si los estados financieros se presentan de conformidad con el marco aplicable y si reflejan fielmente la situación financiera y los resultados de la actividad de una entidad. A medida que las organizaciones se han ido desarrollando y adquiriendo un mayor tamaño, también lo ha hecho la complejidad de sus operaciones, lo que ha influido enormemente en los enfoques de auditoría de los estados financieros. Esta evolución no supone descartar los métodos anteriores, sino aprovecharlos como base para mejorar la eficiencia y la eficacia del proceso de auditoría.

 Definición de una auditoría de estados financieros

La auditoría de estados financieros es “un proceso organizado y sistemático de recopilación de evidencia en relación con los resultados de las actividades y hechos económicos, así como de evaluación objetiva de los mismos, con el fin de determinar la compatibilidad y conformidad de dichos resultados con las normas establecidas y comunicar todo ello a los interesados”. 

Las auditorías de estados financieros también pueden incluir un examen crítico y organizado de los sistemas de control interno, de los sistemas financieros que generan y registran datos, de la documentación que respalda las cuentas, así como de los registros contables de la organización. Habitualmente, una auditoría financiera incluye una evaluación, una verificación y la elaboración de un informe; se evalúan los datos incluidos en los registros contables del auditado, se verifica su autenticidad y se presenta un informe con la opinión técnica del auditor. 

La finalidad de las auditorías de estados financieros es emitir una opinión técnica independiente sobre los estados financieros de una entidad mediante el examen y la comprensión de las particularidades de su entorno y su sistema de control interno. Mediante la recopilación y la evaluación de la evidencia, los auditores pueden obtener un grado razonable de seguridad sobre la conformidad de los estados financieros con el marco financiero de referencia y las normas establecidas que se pretende que presenten, con objeto de proporcionar a los usuarios de los mismos una opinión técnica sobre su fiabilidad.

Evolución de los enfoques de auditoría:

A efectos de emitir una opinión técnica independiente sobre los estados financieros, las auditorías financieras han pasado por cuatro etapas o enfoques, a saber:

  1. el enfoque de auditoría única,
  2. el enfoque de balance,
  3. el enfoque de sistemas y
  4. el enfoque basado en el riesgo.

A continuación, explicamos cada uno de los enfoques, la razón por la que han ido evolucionando y mejorando, y después nos centramos en el enfoque actual, que es el que gira en torno al concepto del riesgo.

Auditoría de los estados financieros según el enfoque de auditoría única:

En el enfoque de auditoría única se verifica una parte significativa de las partidas de los estados financieros por muestreo, junto con la documentación y los procedimientos de registro contables correspondientes. El objetivo consiste en verificar la precisión y la integridad de la documentación, el registro adecuado, la categorización apropiada y la concordancia con los estados financieros publicados oficialmente.

Una desventaja de la auditoría única es que requiere mucho trabajo y puede ocurrir que algunas partidas de los estados financieros no queden incluidas en la muestra de auditoría. Esto llevó al desarrollo de un enfoque más depurado, conocido como el enfoque de balance.

Enfoque de balance:

En el enfoque de balance, la muestra de auditoría se divide en múltiples grupos, de forma que cada grupo representa una muestra extraída de varias partidas de los estados financieros. Estas muestras se someten a una minuciosa revisión, usando para ello la documentación, el análisis contable y el control financiero. El objetivo consiste en asegurar la concordancia entre los estados financieros publicados y los saldos de cada partida individual.

Aunque en este enfoque el tamaño de la muestra es menor que en el caso de una auditoría única, puede seguir resultando inadecuado, sobre todo si una transacción no se registra por completo, lo que la hace indetectable para el auditor. Como consecuencia, este enfoque ha ido evolucionado hasta convertirse en el enfoque de sistemas.

Enfoque de sistemas:

El enfoque de sistemas gira en torno a un sistema de control interno, que incluye un sistema contable. Este enfoque evalúa el sistema de control interno para cada partida de los estados financieros. Cuando se detecta que el sistema de control interno de una partida es débil, se lleva a cabo un examen minucioso de los documentos y registros contables para verificar su exactitud y adecuación al marco de los estados financieros. Y a la inversa, para las partidas con un sistema de control interno sólido, se utilizan procedimientos analíticos y una muestra con el tamaño adecuado para confirmar su exactitud.

Aunque el enfoque de auditoría basado en sistemas ha resuelto numerosas deficiencias, reducido la carga de trabajo del auditor y mejorado los resultados de auditoría, ha seguido evolucionando a efectos de incorporar conceptos estadísticos hacia un enfoque que se basa en el riesgo.

Enfoque de auditoría basado en el riesgo:

El concepto de certeza es una noción estadística que determina, en primer lugar, el grado de certeza requerido que debe alcanzarse y, a continuación, las desviaciones aceptables o los niveles de riesgo tolerables. En este contexto, el término riesgo se refiere a la probabilidad de no alcanzar el objetivo deseado.

Los riesgos de auditoría se evalúan a través de tres fuentes potenciales de error: los riesgos asociados a la naturaleza inherente de una actividad (riesgos inherentes), la posibilidad de que el sistema de control interno no detecte errores (riesgos de control) y el potencial del auditor para pasar por alto errores durante el examen (riesgos de no detección o riesgos de detección).

El enfoque de auditoría basado en el riesgo se fundamenta en la definición del nivel de certeza necesario. Ello, a su vez, determina el margen de desviación aceptable (materialidad) para cada estado financiero. Se realiza una estimación para las partidas de los estados financieros, indicando cuánta desviación es aceptable (materialidad) a nivel de partida. Para ello se tienen en cuenta el valor anticipado de la partida y el nivel de los riesgos inherentes y de control al que está expuesta.

Por consiguiente, el tamaño de la muestra de cada partida se basa en los riesgos inherentes, los riesgos de control y el valor anticipado de las partidas, así como en la desviación aceptable (materialidad). El enfoque basado en el riesgo concede especial importancia a las partidas de alto riesgo, que suelen asignarse a auditores más experimentados o someterse a un examen más exhaustivo. Por contra, las partidas de menor riesgo se revisan con un grado de control menor, pero adecuado.

Evolución en los enfoques de auditoría financiera y su papel en la mejora de la eficiencia y eficacia: 

La eficiencia es el concepto de realizar las tareas correctamente, con poco o ningún despilfarro, esfuerzo o gasto de energía. Aquí hace referencia a lo acertado de la utilización de los recursos en relación con los resultados. Esto implica considerar cuántos insumos, tales como materiales, dinero y recursos humanos, hacen falta para alcanzar un nivel específico de resultados o un objetivo concreto. La eficiencia persigue alcanzar los mejores resultados aprovechando al máximo los recursos previstos.

La eficacia, en cambio, es el concepto de elegir bien las tareas que hay que llevar a cabo. Uno de los principales criterios para evaluar la eficacia es el de consecución de objetivos. Los auditores o las entidades fiscalizadoras pueden medir la eficacia en función del grado en el que las organizaciones alcanzan los objetivos previstos.

La adopción del enfoque basado en el riesgo ha incrementado la eficacia de las auditorías. Este enfoque clasifica las áreas de auditoría según el nivel de riesgos:

  1. Las áreas de auditoría de bajo riesgo implican tareas repetitivas y rutinarias y constituyen alrededor del 80% de la labor de auditoría.
  2. Las áreas de auditoría de alto riesgo son las que, por su elevado nivel de riesgo, exigen la competencia de auditores altamente cualificados y experimentados.

Al planificar el proceso de auditoría utilizando el enfoque basado en el riesgo, las Entidades Fiscalizadoras Superiores y los auditores financieros del sector público pueden beneficiarse de varias ventajas:

  • El enfoque de auditoría financiera basado en el riesgo sirve como herramienta para evaluar la estrategia de auditoría y perfeccionar el plan de auditoría. 
  • Promueve el establecimiento claro y preciso del alcance de las auditorías, asegurando una evaluación fiable de los resultados de las mismas.
  • La auditoría financiera basada en el riesgo mejora la eficiencia y la eficacia general del proceso de auditoría.
  • Además, este enfoque protege a los auditores, ya que sirve como evidencia del alcance exhaustivo de la auditoría y confiere una confianza razonable a los resultados obtenidos.
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