Auditoría de las medidasde adaptación al cambio climático en islas pequeñas

Fuente: Adobe Stock Images, Ilyes Laszlo, 12ee12

Autora: Ari Kristiana, Auditora de la Junta de Auditoría de Indonesia (BPK)

El cambio climático es uno de los grandes problemas medioambientales a los que se enfrenta hoy el mundo. Representa uno de los mayores retos para la humanidad, ya que afecta a todos los países y tiene efectos devastadores sobre comunidades e individuos. El cambio climático implica una variación significativa en la temperatura, las precipitaciones y la meteorología que provoca un aumento del nivel del mar, temperaturas más cálidas e inundaciones, así como alteraciones graduales en la flora y fauna y del hábitat de otros organismos. Los países en desarrollo, especialmente los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, son los más afectados por el cambio climático y los que menos capacidad tienen para afrontar sus consecuencias. Indonesia, como estado archipelágico que cuenta con más de 17.000 islas, la mayoría de ellas pequeñas, también está expuesta a un riesgo muy elevado de sufrir el impacto del cambio climático. 

El Acuerdo de París, adoptado por 196 partes, entre ellas Indonesia, está enfocado a evitar el aumento de la temperatura media mundial en 2ºC, así como a proseguir los esfuerzos para mantener ese aumento incluso por debajo de los 1,5ºC. Asimismo, el acuerdo pretende mejorar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero. 

Con vistas a implementar el Acuerdo de París, Indonesia ha preparado una contribución determinada a nivel nacional (National Determined Contribution; NDC) que recoge objetivos de reducción de emisiones de carbono hasta el año 2030, además de planes de acción para la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo. En concreto, el país se ha fijado de aquí a 2030 un objetivo de reducción incondicional del 29% y un objetivo de reducción condicional de hasta el 41% con respecto a la situación actual. La consecución de dichos objetivos pasa por medidas de mitigación, como la recuperación de tierras degradadas o la restauración de turberas, y una política de combinación de las diferentes fuentes energéticas. 

Los esfuerzos de adaptación de Indonesia al cambio climático tienen por objeto reducir los riesgos, mejorar la capacidad de adaptación, reforzar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático en todos los sectores de desarrollo. Esto se logrará, entre otras cosas, a través de una mayor formación en cuestiones climáticas, el fortalecimiento de las capacidades locales, la mejora de la gestión de los conocimientos, la convergencia de las políticas de adaptación al cambio climático y de reducción de los riesgos en caso de desastres, y la aplicación de tecnologías para la adaptación. 

Según datos de la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia, la mayoría de los desastres causados por el cambio climático son de naturaleza hidrometeorológica, a saber, inundaciones, tormentas, corrimientos de tierra, tornados, etc. Las islas pequeñas son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Desafortunadamente, la mayoría de ellas carece de infraestructuras adecuadas, como transportes e instalaciones sanitarias, por lo que sus comunidades suelen estar relativamente poco desarrolladas en los aspectos económico, social y medioambiental. De ahí que afronten un riesgo aún mayor de sufrir las consecuencias del cambio climático. El gobierno debe emprender acciones concretas para reforzar la resiliencia de las comunidades que habitan en zonas propensas a desastres, entre otras cosas mediante: 

  1. El fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana y de respuesta de emergencia ante desastres en la comunidad.
  2. El fortalecimiento de los datos y los análisis sobre vulnerabilidad. 
  3. El fortalecimiento de la preparación relativa al sistema de salud.
  4. La mejora de la comunicación, la información y la educación de las comunidades locales para sensibilizarlas sobre los riesgos de desastres debidos al cambio climático.

La Entidad Fiscalizadora Superior (EFS) de Indonesia, gracias a su potestad fiscalizadora, desempeña un papel crucial a la hora de velar por que el gobierno ejecute correctamente las medidas de adaptación al cambio climático, particularmente en las islas pequeñas y en las zonas propensas a desastres. Las auditorías para evaluar las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático se han de llevar a cabo de forma rutinaria. De esta manera, la EFS está en condiciones de formular recomendaciones exhaustivas al gobierno a fin de que las acciones de adaptación al cambio climático se implementen correctamente y repercutan en la comunidad. 

En los últimos años, la EFS de Indonesia (BPK) ha venido realizando rutinariamente auditorías relacionadas con el cambio climático, especialmente con miras a la mitigación, como por ejemplo auditorías de las políticas de combinación energética, prevención de la deforestación y rehabilitación forestal. En cambio, las auditorías relacionadas con las medidas de adaptación al cambio climático, sobre todo en las islas pequeñas, todavía no se han llevado a cabo de forma integrada.

Existen una serie de retos a la hora de acometer auditorías en islas pequeñas, que requieren una preparación adecuada. Esto incluye: 

  1. Accesibilidad limitada. Muchas zonas remotas son de difícil acceso debido a la falta de medios e infraestructuras de transporte, amén del elevado coste de los viajes. 
  2. Infraestructuras inadecuadas, particularmente las energéticas y las redes de telecomunicaciones.
  3. Recursos limitados. El número de auditores y el tiempo de auditoría asignado son limitados, mientras que el número de islas o regiones a fiscalizar es bastante considerable. Debido a la accesibilidad limitada, las auditorías en las islas pequeñas tardan más tiempo. Los auditores tienen que ser capaces de ponderar la prioridad de las auditorías en función de los riesgos.

El uso de la tecnología puede ayudar a superar algunos de los retos indicados. Así, por ejemplo, en los últimos años, la BPK ha apostado activamente por el Sistema de Información Geográfica (SIG), incluyendo el etiquetado geográfico y la captura de imágenes por satélite, las videoconferencias y los big data en apoyo de su auditoría. 

La información geoespacial hace referencia a una ubicación específica, asociando cada entidad o fenómeno a un lugar exacto de la Tierra. Estas herramientas informáticas nos permiten almacenar, integrar, mantener, visualizar y analizar datos de diversas fuentes y crear bases de datos georreferenciadas y mapas temáticos.

La Organización Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI) publicó la Norma Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (ISSAI) 5540, relativa al uso de información geoespacial para fiscalizar la gestión de desastres y la ayuda en caso de desastre. La ISSAI 5540, cuyo objetivo fue explicar las ventajas de utilizar información geoespacial en las tareas de auditoría, introduce los SIG como herramienta de auditoría y anima a los auditores a potenciar el uso de la información geoespacial en su trabajo (INTOSAI, 2013). 

En los dos últimos años, la BPK ha recurrido al geoetiquetado y a las imágenes de satélite para asegurarse de que todos los árboles del programa de rehabilitación forestal se habían plantado según lo planificado. Además, se sirvió de videoconferencias para realizar comprobaciones remotas del desarrollo de infraestructuras viarias y energéticas.

En las auditorías relacionadas con la adaptación al cambio climático en las islas pequeñas, el uso de los SIG puede ayudar, por ejemplo, a confirmar de forma remota la plantación de manglares destinados a reducir el riesgo de desastres y asegurarse de que la plantación y el cultivo se hayan desarrollado debidamente. De hecho, en una de estas auditorías, el SIG sirvió para determinar la ubicación exacta de cada plántula de manglar plantada en la zona prevista para ello. Con objeto de examinar el proceso de plantación, se pidió a la entidad fiscalizada hacer una foto geoetiquetada de cada plantita. A continuación, el auditor procedió a analizar todas las fotos geoetiquetadas remitidas, extrayendo sus coordenadas geográficas en datos vectoriales y comparándolas con los datos vectoriales de la zona de plantación. En caso necesario, sería posible realizar una inspección presencial por muestreo para comprobar la veracidad de las fotos geoetiquetadas.  

Transcurridos 5 años o más, la EFS puede llevar a cabo una revisión de seguimiento y reexaminar las imágenes de satélite o las fotografías aéreas, para así evaluar la tasa de éxito del programa de plantación de manglares.  

Por otra parte, el recurso de la videoconferencia ha mejorado la forma de abordar las auditorías relacionadas con el cambio climático por parte de la EFS de Indonesia. Los auditores utilizan las videoconferencias para comunicarse más fácilmente con los funcionarios de las diversas entidades y practicar tanto inspecciones presenciales como auditorías remotas. 

Sin embargo, la utilización de la tecnología también implica desafíos para los auditores, apreciables sobre todo en las auditorías relacionadas con el cambio climático y las islas pequeñas. Los cortes en el servicio de Internet representan un serio obstáculo. Algunas veces, la conexión a la red no es fiable, por lo que las entidades fiscalizadas pueden experimentar dificultades para presentar sus evidencias. Los auditores han de tener en cuenta estos riesgos ya en la fase de planificación de la auditoría y explorar procedimientos alternativos. 

Cabe esperar que, con la ayuda de la tecnología, las auditorías sobre la adaptación al cambio climático en las islas pequeñas se puedan realizar con mayor frecuencia y de manera más exhaustiva. Así, la BPK podrá formular recomendaciones para mejorar las medidas de adaptación e implementarlas con eficacia y eficiencia. Esto reviste especial importancia en el caso de las medidas de adaptación en las pequeñas islas periféricas y en las zonas propensas a desastres. En definitiva, las EFS tienen un importante papel que desempeñar a la hora de garantizar la consecución de los objetivos de adaptación al cambio climático de sus respectivas naciones, consistentes en reducir el riesgo, aumentar la capacidad de adaptación, reforzar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático en todos los sectores de desarrollo. 

Acerca de la autora: 

Ari Kristiana, auditora en la Junta de Auditoría de Indonesia (BPK). Terminó su bachelor en la Escuela Estatal de Contabilidad (STAN) en 2000 y en 2005 obtuvo un máster de la Universidad de Indonesia.

Referencias
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