Alcanzar la igualdad de género requiere una colaboración continua y un planteamiento holístico

La consecución de la igualdad de género exigirá que los miembros de la comunidad de la INTOSAI afronten los obstáculos de frente, colaboren continuamente entre sí y se comprometan en esfuerzos sostenidos para construir -empezando en casa y trabajando hacia fuera- una sociedad más inclusiva y equitativa.

por Marta Acosta, Auditora General de Costa Rica

A pesar de los progresos realizados en muchos países, persisten enormes desafíos en el esfuerzo por lograr una igualdad real entre mujeres y hombres. Según el Plan Estratégico para 2022-2025 de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), se han producido mejoras significativas a nivel mundial en la igualdad de género en las áreas de educación y salud, así como en las protecciones legales.

Sin embargo, ONU Mujeres identificó otras áreas en las que el progreso ha sido más lento. Por ejemplo, menos de dos tercios de las mujeres de entre 25 y 54 años forman parte de la población activa formal, frente al 90% de los hombres; las mujeres siguen dedicando tres veces más tiempo al trabajo doméstico no remunerado que los hombres; y el 30% de las jóvenes no estudian ni trabajan. Aunque la participación política de las mujeres ha aumentado, éstas sólo ocupan de media una cuarta parte de los cargos parlamentarios; veinticuatro países tienen una Jefa de Estado y una quinta parte de los ministros de gobierno son mujeres.

Además, como señala ONU Mujeres, la actual pandemia de COVID-19 ha exacerbado las desigualdades de género y ha desmantelado gran parte de los avances logrados. Se calcula que 47 millones de mujeres y niñas se vieron abocadas a la pobreza extrema en 2021, y 11 millones de niñas podrían no volver nunca a la escuela. Durante la crisis, han aumentado los casos denunciados de violencia contra las mujeres.

Al proporcionar una supervisión independiente, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) desempeñan un papel clave a la hora de afrontar estos retos. Por ello, las Naciones Unidas han pedido a las EFS que ayuden a cumplir la Agenda 2030 y a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluido el ODS 5 (Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas), un objetivo fundamental en sí mismo y transversal a todos los ODS.

Este papel se refleja en el Plan Estratégico 2019-2023 de la Iniciativa de Desarrollo de la INTOSAI (IDI), que incluye la promoción y el apoyo a la igualdad de género y la diversidad en todas sus formas como uno de sus principios fundamentales. Según la IDI, “las EFS son organismos de supervisión clave que pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la igualdad de género a través, entre otras cosas, de la auditoría y la elaboración de informes sobre la aplicación de las leyes, reglamentos, políticas y convenciones internacionales nacionales en materia de género”.

La Organización de Entidades Fiscalizadoras Superiores de América Latina y el Caribe (OLACEFS) ha asumido un papel de liderazgo en la labor en pro de la igualdad de género, entre otras cosas organizando auditorías coordinadas sobre este tema. La primera de estas auditorías, realizada entre 2014 y 2015 con la participación de las EFS de Costa Rica, Chile y Puerto Rico, evaluó en qué medida sus gobiernos habían incorporado la perspectiva de género en estrategias, programas y proyectos, especialmente los relacionados con la educación, la salud y el empleo. En el caso de Costa Rica, la EFS recomendó que las agencias gubernamentales definan e implementen acciones específicas relacionadas con la igualdad de género en sus procesos internos y externos.

Entre 2018 y 2019, dieciocho EFS de la región de la OLACEFS participaron en una segunda auditoría coordinada, que examinó la preparación de los gobiernos para hacer realidad el ODS 5. Como parte de esta iniciativa, la EFS de Costa Rica identificó las fortalezas y debilidades de las acciones gubernamentales, incluyendo la planificación y evaluación, relacionadas con el logro de la igualdad de género.

Los esfuerzos de las EFS deben promover la igualdad de género no sólo externamente, sino también internamente, en sus propias organizaciones. Este principio está en consonancia con la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín, que insta a todos los países miembros de la ONU a abordar las barreras estructurales subyacentes y las prácticas discriminatorias que impiden avanzar en la igualdad de género.

En esta línea, la EFS de Costa Rica cuenta con su propia política de Aval de Igualdad de Género desde 2011. Esta política, que incluye medidas específicas para su aplicación, ha proporcionado una vía para que la EFS realice progresos concretos.

Por ejemplo, la EFS de Costa Rica ha implantado una política contra el acoso sexual; ha creado una comisión para sensibilizar y educar a los empleados sobre la igualdad de género; ha mejorado el equilibrio entre la vida laboral y personal, sobre todo en el contexto del trabajo desde casa; y ha aplicado un sistema de ascensos basado en el mérito que anima a más mujeres a ocupar puestos de liderazgo.

La OLACEFS también ha dado un importante paso adelante, al aprobar una Política de Igualdad de Género y No Discriminación en su Asamblea General de diciembre de 2021. Esta política describe cómo las EFS miembros pueden incluir una perspectiva de género en su planificación y procesos institucionales; describe acciones específicas que pueden conducir al cambio; e identifica oportunidades para desarrollar una cultura organizativa que promueva la igualdad de género.

Estas iniciativas han dado resultados prometedores, pero aún queda mucho por hacer. La consecución de la igualdad de género exigirá que los miembros de la comunidad de la INTOSAI afronten los obstáculos de frente, colaboren continuamente entre sí y se comprometan en esfuerzos sostenidos para construir -empezando en casa y trabajando hacia fuera- una sociedad más inclusiva y equitativa.

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