La Cámara Territorial de Cuentas de Nueva Caledonia evalúa la resiliencia ante desastres naturales y medioambientales

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Autora: Florence Bonnafoux, Presidenta de la Cámara Territorial de Cuentas, Cámara Territorial de Cuentas de Nueva Caledonia

Al igual que muchos otros lugares ubicados en la Zona de Convergencia Intertropical, el territorio francés de Nueva Caledonia está expuesto a riesgos climáticos potencialmente destructivos. Entre ellos figuran los ciclones y los períodos de sequía, u olas de calor que exacerban los incendios forestales. Sin embargo, seguimos sin saber lo suficiente sobre el impacto que tiene el cambio climático en Nueva Caledonia.

La responsabilidad en materia de protección civil en Nueva Caledonia se transfirió del nivel estatal al territorial el día 1 de enero de 2014. Desde entonces, las competencias se reparten entre el territorio de ultramar, el Estado (que continúa manteniendo importantes tareas y recursos), los municipios (que gestionan y financian sus servicios de bomberos y de salvamento) y las provincias (cuyas responsabilidades en medio ambiente y urbanismo repercuten en la protección civil).

Este reparto de competencias no ha simplificado precisamente la implementación de una política eficaz y eficiente de prevención de los riesgos naturales. Y, desafortunadamente, es de prever que la situación vaya a peor. Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, en Nueva Caledonia el cambio climático provocará un clima cada vez más cálido y seco, lo que aumentará el riesgo de incendios forestales. Además, los episodios ciclónicos, menos frecuentes, pero más intensos, aumentarán el riesgo de inundaciones y corrimientos de tierra. Habida cuenta de ello, la Oficina Territorial de Cuentas de Nueva Caledonia procedió a una auditoría a efectos de evaluar si el territorio contaba con los recursos de prevención y gestión de crisis adecuados para hacer frente a unos retos cada vez mayores.

Imagen de un incendio en Paita, Nueva Caledonia. Fuente: Adobe Stock Images, Romain
Imagen de una carretera inundada en Nueva Caledonia. Fuente: Adobe Stock Images, jimi25

La auditoría realizada demuestra que se está llevando a cabo una gran labor de recopilación de conocimientos para evaluar y cartografiar la probabilidad y el impacto de las principales amenazas climáticas susceptibles de producirse en diferentes espacios de tiempo, pero que ello se está haciendo de manera dispersa y a cargo de un gran número de agentes públicos, semipúblicos y privados. Algunos de los proyectos críticos siguen sin financiación, como el estudio digital del litoral de Nueva Caledonia, fundamental para efectuar simulaciones de crecidas e inundaciones.

Las reglamentaciones que rigen el suministro de información al público sobre los principales riesgos, uno de los aspectos de la prevención, no se están aplicando correctamente, ni en el ámbito regional ni en el local. Hay que consolidar la normativa en materia de limitación de la vulnerabilidad en las zonas clave.

Mediante la adopción de medidas pertinentes se puede limitar o prohibir la construcción en las zonas de riesgo, o contemplar otras formas de reducir la vulnerabilidad a los peligros. Estas medidas deben incorporar soluciones basadas en la propia naturaleza, que actualmente son objeto de varias iniciativas en Nueva Caledonia, y también tener en cuenta los recursos naturales protegidos o de particular importancia para las comunidades locales.

La dotación de los servicios de bomberos y de salvamento acusa múltiples limitaciones en términos de capacidad, principalmente en lo que respecta a los recursos humanos. La complejidad y el fraccionamiento de las normas de intervención operativa interfieren en la coordinación de los actores. Las diferencias en la gestión de los equipos de cada cuerpo y las condiciones bajo las cuales se forma y remunera a los bomberos voluntarios y a los profesionales provocan una elevada rotación de los efectivos. Esta situación exige una rápida finalización del proyecto de modernización del sistema de comunicación de los servicios de bomberos y de salvamento. A medio plazo, la Oficina Territorial de Cuentas estima indispensable proseguir con esta reforma creando una estructura unificada de gestión de los recursos y las operaciones que permita resolver las numerosas dificultades derivadas de la situación actual.

A raíz de la auditoría, el gobierno se ha movilizado para encontrar vías de financiación para el estudio digital del litoral de Nueva Caledonia y tiene la intención de preparar un plan de adaptación territorial a fin de priorizar las actuaciones y coordinar a los distintos actores para reducir la vulnerabilidad frente a los desastres naturales. Asimismo, está intensificando sus esfuerzos de coordinación con las autoridades y comunidades locales con miras a mejorar las respuestas a las situaciones de crisis graves.

Vista aérea de la bahía de Anse Vata, Noumea, Nueva Caledonia. Fuente: Adobe Stock Images, JX.

A 21 de marzo de 2024, la Cámara de Cuentas de Nueva Caledonia ha publicado su informe sobre la seguridad civil de los riesgos climáticos: https://www.ccomptes.fr/fr/publications/securite-civile.

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