Incorporar a las partes interesadas para mejorar la toma de decisiones

por Juan Carlos Barahona y Carlos Siri, Facultad de Investigación y Desarrollo, INCAE Business School, Costa Rica

La participación pública se define generalmente como las actividades mediante las cuales las preocupaciones, necesidades, intereses y valores de la gente se incorporan a las decisiones y acciones sobre asuntos y temas públicos.

La incorporación de formas directas de participación pública en la labor de supervisión puede mejorar el compromiso ciudadano e informar la toma de decisiones de la Entidad Fiscalizadora Superior (EFS), como descubrió la Contraloría General de la República de Costa Rica (CGR) al considerar la transferencia de 4.000 millones de dólares en compras relacionadas con la salud a una plataforma digital de contratación nacional.

Un largo debate nacional sobre la contratación pública terminó en 2015, cuando las entidades públicas recibieron el mandato legal de gestionar los fondos públicos y las compras a través de una plataforma nacional de contratación electrónica. A continuación se produjo un debate sobre qué plataforma utilizar.

Para fundamentar el debate, la dirección de la CGR recabó la opinión de los directamente afectados por la decisión -los funcionarios públicos costarricenses- y encargó un proyecto para implicar activamente tanto a los usuarios como a los usuarios potenciales de dicho sistema.

Como complemento a métodos más tradicionales, como las encuestas, en las que las opiniones personales pueden perderse en promedios u otras métricas, el proyecto empleó la Metodología Q para recoger y analizar diversos puntos de vista.

Este método influyó en los debates finales sobre el uso de la plataforma de contratación electrónica designada, aunque el mayor comprador público del país, la Caja Costarricense de Seguridad Social (CCSS), estuvo entre los que rechazaron la adopción de la plataforma.

METODOLOGÍA Q: EL PROCESO

Desarrollo de la explanada. El discurso es un conjunto de declaraciones o perspectivas individuales sobre un tema concreto. Estas declaraciones se recogen mediante entrevistas, debates u otras fuentes.

Desarrollo del Q-Set y Q-Sorting. Los expertos en el dominio obtienen un conjunto más pequeño de enunciados (Q-Set) a partir del discurso. Cada participante clasifica este subconjunto utilizando una tabla de clasificación que indica el grado en que cada afirmación refleja las opiniones de los participantes. A continuación, se recopilan, analizan e interrelacionan los Q-Sorts para determinar posibles patrones, que forman factores que pueden agruparse en conjuntos de opiniones.

METODOLOGÍA Q: EL PROCESO DE LA CGR

La dirección de la CGR trató de entender el bloqueo que impide la transferencia de 4.000 millones de dólares de fondos públicos a la plataforma de contratación electrónica, Sistema de Compras Públicas (SICOP).

La explanada. Cuarenta funcionarios respondieron a preguntas orientativas (pero no limitativas) a través de grupos de discusión y entrevistas abiertas:

  • ¿Qué opina del SICOP?
  • ¿Qué es lo que aporta más valor al sistema?
  • ¿Qué es lo que aporta menos valor al sistema?
  • La última vez que utilizó el sistema, ¿qué ocurrió y por qué?
  • Describa su mejor y/o peor experiencia con el sistema.

Las respuestas reflejaron todo el espectro de opiniones y constituyeron las 345 declaraciones del concurso. A partir de ellas, expertos neutrales con conocimientos sintácticos y semánticos de cada enunciado construyeron un Q-Set-35 enunciados que luego fueron clasificados por funcionarios de todo el país (124 de los 314 funcionarios invitados participaron finalmente en el Q-Sort).

Clasificación Q-Sort. En primer lugar, los participantes respondieron al cuestionario arrastrando y soltando afirmaciones en tres categorías distintas:

  • Es lo que menos se parece a mi opinión
  • Neutro
  • Se parece más a mi opinión

A continuación, los participantes clasificaron cada afirmación a lo largo de un continuo de preferencias (véase la Tabla 1) en función del grado en que la afirmación “se parece menos a mi opinión” (-5), pasando por cero (neutro) hasta “se parece más a mi opinión” (+5).

Tras tener en cuenta la validez de las respuestas, se utilizaron para el análisis 101 clasificaciones de participantes (48 usuarios y 53 usuarios potenciales de SICOP).

Análisis Q e interpretación de factores. Se extrajeron los principales puntos de vista comunes (factores) y el análisis redujo los puntos de vista individuales a dos factores de resumen: (1) usuarios que entienden el sistema lo suficientemente bien como para conocer sus defectos y (2) usuarios que creen que el sistema es útil pero requiere atención especializada (véase la Tabla 2).

La Tabla 2 también muestra la carga factorial (negativa o positiva) por afirmación, que también se caracteriza como “distintiva” o “de consenso” según la puntuación y los datos cualitativos iniciales.

Las estadísticas sugieren que el “Factor 1” puede estar compuesto principalmente por respuestas de un grupo de “superusuarios” que conocen el sistema a fondo y son capaces de detectar los fallos de una forma que los usuarios del “Factor 2” no pueden.

Resumen

Los resultados muestran que el sistema de contratación electrónica es ampliamente considerado útil por los usuarios y los usuarios potenciales, a pesar del descontento general con respecto a la gestión del sistema. La información obtenida puede ser útil para desarrollar estrategias de aplicación y gestión más eficaces, como centrarse en el marketing y las operaciones para abordar las opiniones negativas, establecer líneas de actuación para factores distintivos específicos e idear respuestas mejoradas para satisfacer las necesidades de los clientes.

Contribución y orientación futura

Gracias a la metodología Q, el CGR pudo recabar las opiniones de las partes interesadas, procesar estas perspectivas de forma novedosa y utilizar los resultados del proyecto para replantear las deliberaciones sobre la transferencia de 4.000 millones de dólares en compras relacionadas con la sanidad financiadas con fondos públicos a la plataforma de contratación electrónica (SICOP).

Este proyecto permitió a las partes interesadas -aquellas directamente afectadas por la decisión- formar parte del debate e ilustra cómo las EFS pueden incorporar la participación pública a la labor de supervisión para comprender y comprometer mejor a las partes interesadas e influir positivamente en los bienes públicos y la prestación de servicios.

Para saber más sobre este proyecto y la Metodología Q como herramienta para mejorar la participación pública y para obtener una lista completa de referencias, póngase en contacto con los autores: juan.barahona@incae.edu y siri.carlos@incae.edu.

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