Por la Auditora General Helena Lindberg, Riksrevisionen
Introducción
Como Auditora General, he tenido el privilegio de dirigir nuestra Entidad Fiscalizadora Superior en una época de cambios y retos significativos. Al reflexionar sobre mis siete años en el cargo, hay varios temas clave y lecciones aprendidas que considero esenciales para el desarrollo sostenido y la efectividad de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) en todo el mundo.
La trayectoria de un Auditor General está marcada por la adaptación y el aprendizaje continuos. Nos enfrentamos a un panorama siempre cambiante de desafíos y oportunidades. No obstante, con una visión clara, un pensamiento estratégico y un equipo comprometido que nos apoye, podemos sortear estas complejidades y lograr un impacto significativo.
Aspectos a considerar en la gestión de las Entidades Fiscalizadoras Superiores
Una de las cuestiones a las que se enfrentan las EFS en la actualidad es la rápida evolución que experimenta la gobernanza del sector público. Los gobiernos tienen que lidiar con retos globales complejos e interrelacionados, como el cambio climático, las amenazas a la ciberseguridad y las crisis de salud pública. Estos retos nos exigen un enfoque más ágil y prospectivo en la fiscalización, al tiempo que debemos mantenernos fieles a nuestro principal cometido en calidad de auditores.
En este sentido, he identificado algunos aspectos que me gustaría compartir con vistas a que las Entidades Fiscalizadoras Superiores sigan siendo relevantes y cumpliendo su importante misión.
Cultura interna positiva
En nuestra organización siempre ha primado el fomento de una cultura interna positiva. Un entorno inclusivo y solidario, en el que el personal perciba que es valorado y se confía en él, es esencial para que puedan producirse cambios. En estos últimos años, hemos dado prioridad a la creación de una cultura de la confianza y la innovación. Bajo mi lema “Una Oficina de Auditoría de vanguardia”, mi objetivo ha sido infundir un sentimiento de unidad e impulsar la persecución de metas comunes. Esto no solo ha reforzado la moral y el compromiso de la plantilla, sino que también ha potenciado la innovación en nuestros procesos y metodologías de auditoría. Hemos puesto en marcha iniciativas que alientan la colaboración, el intercambio de conocimientos y el aprendizaje continuo, factores que resultan fundamentales para mantenernos a la vanguardia en un mundo que cambia con tanta rapidez.
Pensamiento estratégico
El pensamiento estratégico es otro de los elementos clave de nuestro éxito. Cuando asumí el cargo de Auditora General, nuestra organización se encontraba ante toda una serie de retos, entre ellos, una estructura fragmentada y la falta de una dirección estratégica cohesionada. Nos embarcamos en un amplio proceso de planificación estratégica, que implicó establecer metas y objetivos claros, alinear nuestros recursos y esfuerzos, y monitorear y ajustar constantemente nuestras estrategias. Este enfoque estratégico nos ha permitido anticipar y responder mejor a los riesgos y oportunidades emergentes, y mantener así la pertinencia y el impacto de nuestra labor.
Digitalización
La revolución digital ha transformado la manera en la que realizamos nuestras auditorías. Las herramientas y tecnologías digitales han ampliado nuestras posibilidades en materia de recopilación, análisis e interpretación de ingentes cantidades de datos, lo que ha dado lugar a hallazgos de auditoría más sólidos y basados en la evidencia. Hemos invertido en el desarrollo de nuestras capacidades digitales, incluidas las tecnologías de análisis de datos, IA y blockchain, que nos han permitido llevar a cabo auditorías más eficientes y efectivas. Sin embargo, esta transformación digital también comporta nuevos retos, como el de velar por la seguridad y la privacidad de los datos, que estamos obligados a abordar en todo momento.
Independencia y una buena relación con el Parlamento
La independencia de las EFS es fundamental para su credibilidad y eficacia. El marco jurídico sueco garantiza nuestra independencia operativa, permitiéndonos ejecutar nuestras auditorías sin influencias ni interferencias indebidas. Igualmente importante ha sido mantener una relación constructiva y transparente con el Parlamento. Entablando un diálogo abierto, facilitando informes claros y de fácil acceso, y ofreciendo recomendaciones basadas en la evidencia, pudimos contribuir a generar confianza y obtener el respaldo necesario en el Parlamento para nuestro trabajo, potenciando así nuestro impacto.
Desarrollos en la INTOSAI y el Comité de Creación de Capacidades
La Organización Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI) desempeña un papel esencial en la promoción de la cooperación, el intercambio de conocimientos y el desarrollo de capacidades entre sus miembros. Durante mi mandato como Auditora General y vicepresidenta del Comité de Creación de Capacidades (Capacity Building Committee; CBC) de la INTOSAI, he sido testigo de un desarrollo sumamente positivo de la INTOSAI. Me gustaría destacar especialmente nuestro último Plan Estratégico, más claro, conciso y realista que antes. En el ámbito de la creación de capacidades, también estoy muy orgullosa de nuestro Plan Operativo para la Meta 2, que confío ayudará a enfocar mejor los recursos e iniciativas de la INTOSAI, en línea con las prioridades regionales. También he podido observar cómo la estructura de la INTOSAI para el establecimiento de normas mejoraba y encontraba su formato actual, algo que espero se traduzca en procesos aún más eficientes y normas aún mejores en el futuro.
En nuestro trabajo en el Comité de Creación de Capacidades, nos hemos centrado en las necesidades de desarrollo de capacidades de las EFS y de las regiones, en colaboración con otros entes y órganos de la INTOSAI y apostando por el diálogo con partes interesadas y socios externos. En el marco de estos esfuerzos, hemos participado activamente en iniciativas destinadas a apoyar a las EFS que operan en entornos complejos y desafiantes en general, y en Pequeños Estados Insulares en Desarrollo en particular. Asimismo, iniciamos los trabajos relativos a la auditoría de los fondos de donantes, que espero redunden en buenas prácticas (tanto por parte de las EFS como por parte de los donantes), a efectos de garantizar que esta importante labor pueda continuar de manera sostenible. Todos estos esfuerzos responden a la ambición de la INTOSAI de no dejar a nadie atrás y son cruciales para asegurar que todos los miembros de la comunidad auditora mundial cuenten con la capacidad y la habilidad para atender las diversas y cambiantes necesidades de nuestras sociedades.
El futuro ecosistema de la rendición de cuentas
Con miras al futuro, el ecosistema de la rendición de cuentas seguirá evolucionando. Si bien el papel de las EFS probablemente continuará siendo el mismo, tenemos que adaptar nuestros enfoques para abordar los asuntos emergentes, aprovechando las nuevas tecnologías y metodologías y manteniendo, al mismo tiempo, nuestros valores fundamentales de independencia, transparencia y rendición de cuentas. La estrecha colaboración e interacción con otras organizaciones será aún más esencial en el futuro.
Dado que pronto dejaré la Oficina Nacional de Auditoría sueca, se me ha pedido que proporcione algunos consejos a mis colegas. Una tarea nada fácil, ya que todos ustedes están perfectamente cualificados para su labor. Sin embargo, si tuviera que dar un humilde consejo, diría lo siguiente: abracen el cambio y la innovación, fomenten una cultura de confianza y colaboración dentro de sus organizaciones y tengan como objetivo estratégico el impacto a largo plazo de su trabajo. Manténganse en contacto con sus pares a través de foros como la INTOSAI y aprovechen los conocimientos y la experiencia colectivos de la comunidad auditora mundial. Y, por último, no pierdan nunca de vista la importancia de la independencia y la transparencia, que son los fundamentos de nuestra profesión.