Las Entidades Fiscalizadoras Superiores de los Estados Bálticos adquieren nuevas experiencias a través de la fiscalización conjunta
A medida que evolucionan los proyectos de cooperación transfronteriza, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) a menudo van más allá de las fronteras nacionales en la realización de trabajos de auditoría y forjan asociaciones de cooperación para satisfacer necesidades de auditoría específicas. Al mismo tiempo, las oportunidades conjuntas proporcionan plataformas para mejorar la experiencia práctica, cultivar la colaboración y enriquecer las competencias profesionales en tiempo y espacio reales.
Para las EFS de los Estados bálticos -Estonia, Letonia y Lituania-, esta oportunidad surgió cuando, en 2014, los gobiernos de las tres naciones establecieron la empresa conjunta Rail Baltica, un esfuerzo igualmente compartido ratificado en un acuerdo intergubernamental de 2017. Rail Baltica, que se entregará en 2026, es el mayor proyecto de infraestructuras ferroviarias de la región y pretende integrar los Estados bálticos en la red ferroviaria europea.
En 2016, las EFS firmaron un memorando de entendimiento para supervisar el desarrollo y la ejecución de este proyecto único y sin precedentes. Al igual que el proyecto, la auditoría conjunta se diferenció en que las tres EFS formaron un equipo de auditoría para examinar a un auditado de interés mutuo. Dada la dispersión geográfica de los miembros del equipo de auditoría, la tecnología (almacenamiento seguro en la nube, comunicación en línea) resultó fundamental para proporcionar una organización y comunicación eficientes.
La auditoría se centró en la gobernanza del proyecto, el funcionamiento del sistema de control interno y la disponibilidad de recursos financieros a largo plazo. Debido a que la auditoría se basó en un enfoque prospectivo, el equipo de auditoría buscó analizar condiciones particulares, como asegurar que se estableciera un marco de gestión de adquisiciones y contratos eficaz y económico, que funcionara y fuera capaz de abordar cualquier deficiencia encontrada durante la auditoría.
El trabajo de campo comenzó en 2018, y el equipo de auditoría, formado por al menos dos auditores de cada EFS, examinó las preguntas y los criterios de auditoría y acordó las principales conclusiones, que se convirtieron en la base del informe de auditoría. Se instituyó un comité directivo (un representante por EFS) para decidir sobre cualquier cuestión significativa que surgiera durante la auditoría.
Cada EFS realizó por separado un control de calidad al final de la auditoría, pero redactaron conjuntamente el informe final, que fue firmado electrónicamente por todos los auditores generales y publicado simultáneamente en los tres Estados bálticos.
La auditoría conjunta dio lugar a recomendaciones que mejorarán la gobernanza, las operaciones y la planificación financiera del proyecto Rail Baltica, y las EFS de Estonia, Letonia y Lituania continuarán la cooperación ya establecida para supervisar conjuntamente la aplicación de las recomendaciones de auditoría.
Esta oportunidad -y experiencia- ilustra cómo las EFS de diferentes naciones pueden unirse eficazmente para auditar, supervisar y proporcionar recomendaciones útiles sobre un proyecto de gran importancia regional.