Inmersos en una época de rápidos avances tecnológicos y crecientes retos administrativos, la necesidad de modernizar los sistemas de auditoría para mejorar la transparencia y la eficacia en la gestión de los recursos públicos es cada vez más acuciante. El Reino de Arabia Saudita se valió durante décadas de una regulación de los almacenes gubernamentales adoptada en 1983 que, en su momento, fue la más adecuada y efectiva con arreglo a las normas y requisitos. Aquella regulación fue implementada bajo la supervisión del Ministerio de Finanzas (MdF) y proporcionó unos cimientos sólidos para una gestión de recursos eficiente y eficaz. Siendo este el contexto, la Entidad Fiscalizadora Superior del Reino (el Tribunal General de Cuentas (TGC)) asumió un papel fundamental de pionera en la transformación digital y modernización de los sistemas, participando activamente en la reestructuración y el desarrollo de las regulaciones para los almacenes gubernamentales. La última de estas regulaciones se emitió en 2020, entrando en vigor previa comunicación con las autoridades del gobierno, en particular el Ministerio de Finanzas, por un lado, y las autoridades superiores, por otro. En el marco de este proceso se introdujeron avanzados sistemas automatizados, se mejoraron los procedimientos gubernamentales y se activó la gobernanza administrativa con arreglo a las mejores prácticas, lo que contribuyó a una significativa mejora en las operaciones y los servicios públicos.