Más allá del cumplimiento: elevar el impacto de las auditorías a través del análisis de la conducta

Fuente: Adobe Stock Images, Feodora

Autores: Carlos Morales Castro, director del Área de Seguimiento, Alexia Umaña Alvarado, supervisora del Área de Seguimiento, Verónica Cerdas Benavides, supervisora de auditoría y antigua Joven Líder de EFS

Por la naturaleza de su labor, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) están abocadas a promover cambios positivos en la vida de las personas. A tal fin, la auditoría sobresale como una de las herramientas más importantes de las que disponen las EFS para aumentar la generación de valor público. Realizando auditorías, una EFS es capaz de evaluar si los procesos se ejecutan de conformidad con las normas establecidas, identificar mejoras en el desempeño (bajo los principios habituales de eficacia, eficiencia y economía) o valorar la información financiera de una entidad.

No obstante, incluso llevando a cabo una auditoría de calidad, la cadena de valor que se genera puede romperse si las recomendaciones emitidas por la EFS no son cumplidas por los auditados o no se asumen con el compromiso necesario para dar sostenibilidad a las acciones correctoras indicadas. Por este motivo, el diseño y el seguimiento de las recomendaciones de auditoría constituyen elementos esenciales a efectos de potenciar el impacto de las auditorías. ¿Cómo abordar esta cuestión desde una perspectiva innovadora? Una posible respuesta es la aplicación de las ciencias de la conducta. 

Los sesgos cognitivos y la auditoría

En el marco del Programa Jóvenes Líderes de EFS 2022-2023, promovido por la Iniciativa de Desarrollo de la INTOSAI (IDI), la Contraloría General de la República de Costa Rica desarrolló un proyecto sobre el uso del análisis conductual y la identificación de sesgos cognitivos en el proceso de auditoría para un mejor diseño y seguimiento de las recomendaciones de auditoría. La finalidad de este proyecto era capacitar a los equipos de auditores a identificar los sesgos cognitivos y aplicar técnicas de conocimiento y análisis conductual en el proceso de auditoría, con objeto de lograr recomendaciones mejor diseñadas, un seguimiento más empático y efectivo, así como un mayor grado de cumplimiento de las recomendaciones por parte del auditado. El proyecto esperaba transformar la perspectiva de la imposición en otra de persuasión y convencimiento.

Para contextualizar el tema del proyecto, se impone aclarar qué es un sesgo cognitivo. Según Chin (2022), un sesgo cognitivo es un error sistemático en el pensamiento que se produce cuando las personas procesan e interpretan la información que las rodea, y que afecta a la formación del juicio y al proceso de toma de decisiones. Este término fue acuñado en la década de 1970 por los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman, que sentaron las bases para el desarrollo de la economía conductual. Por sus contribuciones en este campo, Daniel Kahneman recibió el Premio Nobel de Economía en 2002 (Compartió el Premio con el economista Vernor Smith, que fue galardonado por sus contribuciones a la economía experimental).

Como seres humanos que somos, todos podemos tomar decisiones erróneas debido a sesgos cognitivos. Así, los equipos de auditores, al apoyarse en atajos mentales (heurística), tal vez infravaloren o sobrevaloren la evidencia o malinterpreten la información disponible. Además, los sesgos cognitivos pueden influir en la percepción e inducir a los equipos a sacar conclusiones equivocadas. Estos errores sistemáticos de pensamiento también afectan a las interacciones con las partes interesadas, incluidas las organizaciones auditadas, lo que, a su vez, puede influir en su posterior disposición a cumplir las recomendaciones de auditoría. Por todo ello, el proyecto buscaba crear conciencia sobre estos sesgos inconscientes.

Figura 1: Beneficios potenciales de la aplicación de conocimientos conductuales al proceso de auditoría.

Fuente: Contraloría General de la República de Costa Rica

Innovación de bajo coste y elevado impacto

Además, la aplicación de los conocimientos conductuales se reveló como una innovación de bajo coste, pero de elevado impacto. Esto es de suma relevancia, dada la crisis fiscal que atraviesa Costa Rica, con una relación deuda/PIB del 61,1% (a diciembre de 2023). La aplicación del análisis conductual supone una medida de coste prácticamente cero, siendo sus principales requisitos la concienciación y el intercambio de conocimientos.

Por otra parte, un proyecto de estas características permite a la EFS de Costa Rica innovar en un sentido más amplio: habitualmente, las personas tienden a asociar la innovación con la tecnología, hasta el extremo de convertirla en un fin en sí mismo en lugar de verla como una herramienta para la resolución de problemas. Por definición, la innovación consiste en implementar cambios significativos en los procesos, en los productos o en una organización con el propósito de mejorar los resultados; en este caso, la identificación de sesgos cognitivos y la aplicación de conocimientos conductuales fortalecen la objetividad y el juicio profesional y, al mismo tiempo, promueven un mejor entendimiento dentro y fuera de la organización.

En esta línea, el primer paso consistió en familiarizar a los equipos de auditores con el marco. Se llevaron a cabo actividades para concienciar sobre el concepto de sesgo cognitivo y la forma en la que este puede poner en peligro la objetividad y el juicio profesional del equipo auditor. Se explicaron los principales tipos de sesgos cognitivos (por ejemplo, el sesgo de confirmación, el efecto de anclaje, el sesgo de autoridad o las normas sociales) y su relación con la auditoría. Como parte de estas iniciativas de sensibilización, se celebró un webinario con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la EFS de Chile, dirigido a la comunidad OLACEFS, y también se grabó un podcast especial al respecto (disponible a continuación).

Asimismo, se identificaron los comportamientos que socavan el impacto de una auditoría en el momento crítico del contacto entre auditor y auditado. Sobre la base de esta información, la Contraloría General de la República de Costa Rica desarrolló un plan piloto para implementar estrategias de intervención de manera colaborativa. Por último, se analizaron los comportamientos que afectan al seguimiento de las recomendaciones y se propusieron estrategias de mitigación basadas en el marco ‘ABCD’ de la OCDE, que corresponde a las siglas en inglés de atención, formación de creencias, elección y determinación.

Una vez identificados los principales hitos en el proceso de auditoría, en función de sus diferentes etapas (planificación, examen, comunicación y seguimiento), se determinaron las actividades de mayor interacción entre todos los participantes en el proceso de auditoría y se propusieron estrategias de ajuste conductual en aras de promover una mayor objetividad, una comunicación asertiva y una relación proactiva no solo con las entidades auditadas, sino también entre las áreas internas involucradas en los estudios de auditoría.

De la teoría a la práctica

En este contexto, la Contraloría General de la República de Costa Rica aplicó las mejoras propuestas emanadas del trabajo colaborativo a 7 auditorías efectuadas en 2023. La Contraloría General de la República de Costa Rica cuenta con unidades ejecutoras de auditorías, así como con un área especializada en el desarrollo de la etapa de seguimiento, cuyo objetivo es promover mejoras en la gestión pública. A cada equipo de auditores se le asignó una persona de contacto del área de seguimiento para ayudar en la gestión del proceso de seguimiento de las recomendaciones de auditoría. Los equipos también solicitaron una interacción más estrecha entre el equipo de auditoría y el de seguimiento a partir de una fase más temprana, y no al final de la etapa de comunicación. Este planteamiento permitió tanto a los auditores como al equipo de seguimiento conocer en profundidad el contexto de los asuntos auditados, al igual que la naturaleza y las condiciones de las organizaciones, con vistas a minimizar cualquier incertidumbre e impulsar la cohesión interna. Además, este sistema facilita la contribución del personal de seguimiento al desarrollo de la auditoría y fomenta así la eficacia interna al tener que dedicar menos tiempo a comprender los asuntos fiscalizados.

Figura 2: Principales actividades y resultados

Fuente: Contraloría General de la República de Costa Rica

En cuanto a los vínculos con las organizaciones auditadas, se celebraron sesiones de trabajo en las que se promovió el uso de un lenguaje proactivo a fin de remodelar la perspectiva del auditado y transformar su forma de concebir la EFS. De este modo se consiguió que la auditoría se percibiera como una oportunidad de cambio, de mejora y de generación de impacto para la población que demanda procesos, productos y servicios de calidad. Además, el hecho de armonizar las expectativas del auditor con las del auditado ayudó a encontrar puntos de convergencia y a potenciar las soluciones a corto plazo.  

Otro cambio derivado de este proyecto fue la creación conjunta de recomendaciones entre el equipo auditor y el personal de seguimiento a medida que se iban perfilando los hallazgos de la auditoría. Con ello se pretendía reforzar la voluntad de cambio, proponer alternativas de solución viables y clarificar los resultados deseados, reduciendo la carga cognitiva del auditado y de los equipos de auditores.

Por otro lado, a través del uso de herramientas tecnológicas y modelos predictivos sobre el cumplimiento de las recomendaciones, la Contraloría General de Costa Rica está aprovechando los datos acumulados en materia de seguimiento de recomendaciones para continuar mejorando su redacción. A manera de ejemplo, el análisis del número total de palabras, de los términos específicos (verbos utilizados), de los plazos concedidos y de las características de la institución ayuda a identificar las tendencias que de manera inconsciente podrían limitar o frenar a los auditados. De esta forma, es posible proceder a realizar cambios para propiciar el compromiso y eliminar la sobrecarga de información.

Una recomendación más concreta, breve y elaborada por consenso, en un tono proactivo y acompañada de un seguimiento más empático y cercano, puede ser la clave para promover su cumplimiento por convicción, amén de la posibilidad de cambios que persistan en el tiempo.

Los resultados obtenidos de la implementación de este proyecto indican que el cambio está siendo real y a la vez conveniente para las diversas partes interesadas. La incursión en conocimientos sobre el comportamiento y el análisis conductual requiere ajustes menores pero sustanciales y al alcance de auditores y auditados. Esto impulsa el intercambio de experiencias y la diversidad de perspectivas, enriqueciendo los productos de auditoría y favoreciendo la rendición de cuentas, con especial énfasis en la creación de valor como parte de la mejora continua que busca toda EFS.

Referencias
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