Carta del Presidente de la INTOSAI: La importancia del papel de las Entidades Fiscalizadoras Superiores como auditores externos
El presidente de la Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI), el ministro Bruno Dantas, en su carta de septiembre de 2024, comparte cómo las instituciones internacionales, independientemente de su tamaño, se financian principalmente con contribuciones y fondos públicos de los países miembros.
Dado que estos recursos proceden de los presupuestos nacionales, las entidades fiscalizadoras superiores (EFS) de
desempeñan un papel crucial a la hora de garantizar la buena gobernanza, la responsabilidad fiscal, la gestión eficaz y la transparencia.
Las instituciones internacionales, independientemente de su tamaño, se financian principalmente con contribuciones y fondos públicos de los países miembros. Dado que estos recursos proceden de los presupuestos nacionales, las entidades fiscalizadoras superiores (EFS) desempeñan un papel crucial a la hora de garantizar la buena gobernanza, la responsabilidad fiscal, la gestión eficaz y la transparencia.
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), subraya que los retos globales requieren respuestas adecuadas. En nuestro mundo interconectado, organizaciones como la ONU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son vitales para abordar cuestiones como la pobreza, la salud pública y el cambio climático. Para que estas organizaciones cumplan su misión con eficacia y responsabilidad, el papel de las EFS es indispensable.
Estas instituciones, encargadas de supervisar la gestión de los recursos públicos en sus países, amplían su función más allá de las fronteras nacionales mediante la fiscalización de las organizaciones internacionales. Garantizan que los fondos mundiales se gestionan con integridad, eficacia y transparencia, en consonancia con los objetivos establecidos. Su papel es esencial para que la gobernanza mundial aumente la confianza pública y mejore las respuestas a las crisis mundiales.
La Declaración de Lima reconoció el papel crucial de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) en la supervisión de las organizaciones supranacionales cuyos gastos se financian con las contribuciones de los países miembros. Estas auditorías se rigen por los mismos principios que rigen las EFS en el ámbito nacional, pero se adaptan a las circunstancias específicas de cada organización internacional.
Un ejemplo destacado de esta función global es la Junta de Auditores de las Naciones Unidas, creada en 1946, para auditar a la ONU y sus Fondos y Programas. Compuesta por tres miembros de diferentes EFS de los Estados miembros, elegidos por la Asamblea General para mandatos de seis años, la Junta es responsable de auditar las operaciones financieras, el cumplimiento y la eficacia de los procedimientos contables y financieros y los controles internos, garantizando una gestión eficaz de la ONU y sus entidades. Cumplen las normas internacionales de auditoría y otras normas aceptadas, promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas.
Desde sus inicios, el Comité ha recurrido a diversas EFS como auditores externos. Empezando por la EFS de Ucrania (1947-1948), seguida por la EFS de Suecia (1947-1949) y la EFS de Canadá (1947-1956 y 1968-1980). Estas instituciones fueron elegidas por su experiencia en auditoría pública para garantizar la imparcialidad y el cumplimiento de las normas internacionales.
El Tribunal de Cuentas Federal de Brasil (TCU) fue elegido para formar parte del Consejo a partir de julio de 2024, junto con las EFS de Francia y China. El TCU ya ha realizado dos auditorías in situ: una en la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK), en Pristina, y otra en la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP), así como una auditoría en la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL).
La participación internacional beneficia enormemente a las EFS. El entorno multicultural fomenta la mejora continua de las prácticas de auditoría, equipando a los auditores para manejar asuntos complejos y promoviendo una perspectiva global. La EFS de Alemania(Bundesrechnungshof) es un gran ejemplo, ya que la experiencia de su Consejo ha dado lugar a innovaciones tecnológicas, formación especializada y la creación de equipos multidisciplinares.
Trabajar con la Junta de Auditores de la ONU ayuda a INTOSAI a ampliar su alcance global. El papel de liderazgo del TCU en INTOSAI y su participación en el Comité fortalece su voz global, elevando la credibilidad y visibilidad de INTOSAI, solidificando a INTOSAI como una fuerza esencial en la promoción de buenas prácticas de auditoría y gobernanza pública.
Las EFS desempeñan un papel crucial en la mejora de la gobernanza mundial, beneficiando tanto a las organizaciones internacionales como a las propias instituciones al mejorar la capacidad técnica, aumentar el prestigio y ampliar la influencia. Estos temas se debatieron a fondo en el Congreso Internacional de Auditoría organizado por la EFS de Chile en septiembre, que precedió al TCU en la Junta de Auditores de la ONU.
La INTOSAI se compromete a promover el papel de las EFS dentro de las organizaciones internacionales, reconociendo su experiencia e independencia en la supervisión de los recursos públicos. Trabajando juntos, podemos ampliar nuestra influencia global, reforzar la integridad y la transparencia, y difundir buenas prácticas de fiscalización y gobernanza pública en todo el mundo.